jueves, 22 de noviembre de 2012

Representantes de la Generacion del 98


Jacinto Benavente
Nació en Madrid en 1866 y murió a mediados de este siglo. En 1922 le fue concedido el premio Nobel de Literatura. Su obra principal es dramática, aunque publicó Versos (poesía) y Vilanos (cuentos) antes de ser conocido como autor teatral.
En teatro su primera obra conocida fue El nido ajeno. También destacan obras como Señora ama, La malquerida, Los intereses creados... Su teatro se ha ido renovando, desde la sociedad cosmopolita hacia el tema rural.
Recurrió también al teatro simbólico, y le sedujo el infantil y fantástico, como La novia de nieve. Su público era burgués y buscaba un preciosismo, con un tono intencionadamente malicioso, pero sin estridencias; con ironía y escepticismo, pero sin desgarramiento trágico.
Sus obras son tanto para ser representadas como para ser leídas.

Carlos Arniches
Nació en Alicante en 1866 y murió en Madrid en 1943. En su obra teatral destaca el sainete (obra cómica de carácter social). Creó un madrileñismo propio, hasta el punto de que fue el pueblo el que imitó la manera de hablar de sus personajes, y no al revés.
Su intención es moral en el teatro. Entre sus obras destacan Es mi hombre, El santo de la Isidra.

Eduardo Marquina
Nació en Barcelona en 1879 y murió en Nueva York en 1946. Fue poeta, dramaturgo, novelista y colaborador en revistas y periódicos. Dota a su emoción lírica de una vigorosa resonancia épica.
Sus obras de teatro están matizadas intensamente de lirismo: En Flandes se ha puesto el sol.

Serafín Alvarez Quintero
Nació en Sevilla en 1871 y murió en Madrid en 1938, mientras que su hermano Joaquín nació en 1873 y murió en 1944. Sus obras de teatro son escritas a medias, inspirándose principalmente en motivos andaluces.
No hacen ninguna innovación teatral, pero tienen una forma cuidada, un diálogo vivaz y gracioso, ágil encuadramiento de situaciones; lenguaje depurado, aunque andalucista. Obras suyas son Los Galeotes, Amores y amoríos.

Vicente Blasco Ibáñez
Nació en Valencia en 1867 y murió en Menton (Francia) en 1928. Político republicano y periodista, orador. Estuvo 30 veces en la cárcel. Novelista dinámico, de colorido, vehemente en el estilo, lenguaje directo: tales son las virtudes esenciales de la producción de Blasco.
Su obra se divide en los siguientes períodos:
Regional valenciano, con Arroz y tartana, La barraca, Entre naranjos, Cañas y barro;
Novelas de tesis, con La Catedral;
Temas americanos, con La tierra de todos;
De la primera guerra mundial, con Los cuatro jinetes del Apocalipsis.

Ramón Pérez de Ayala
Nació en Oviedo en 1881 y murió en 1962. Fue discípulo de «Clarín». Viajó por Europa. Licenciado en Derecho, diplomático y miembro de la R. A. E.
En poesía es desigualmente lírico, aunque siempre ideológico y conceptual.
Escribió obras de ensayo, como La máscara.
Pero destaca en novela con La pata de la raposa, Troteras y danzaderas, Los trabajos de Urbana y Simona, Belarmino y Apolonio.
En su primera producción predomina el realismo y el costumbrismo.
Escribió también monografías sobre arte.

Gabriel Miró
(1879-1930) nace en Alicante y muere en Madrid.
Colaboró en varios periódicos. Su prosa está llena de lirismo, con una vigorosa precisión en la elección de adjetivos calificativos y de verbos.
Entre sus obras destacan: Figuras de la Pasión del Señor, Las cerezas del cementerio, Libro de Sigüenza.

Ramiro de Maeztu Whitney
Nació en Vitoria en 1874 y murió en Madrid en 1936. Viajó fuera de España. Volvió como
periodista a Bilbao.
En 1898 pasa a residir en Madrid. Intervino intensamente en política.
Entre sus obras destacan DonQuijote, don Juan y la Celestina, Defensa de la hispanidad. Su posición inicial fue de apasionada rebeldía. Después vuelve al catolicismo.
Conserva la sobria gravedad de una prosa trabajada y gustosa, en la que la exaltación se refrena y no se disuelve en fácil elocuencia.

José Martínez Ruiz
Nació en Monóvar (Alicante) en 1873 y murió en Madrid en 1967.
Escribe en periódicos, revistas... crítica de teatro, de toros... Sus primeros pseudónimos fueron «Cándido», «Ahrimán». Después inventó un personaje: «Antonio Azorín», que se convertirá en su pseudónimo definitivo.
Obras como La ruta de don Quijote, Lecturas españolas, La voluntad,
Confesiones de un pequeño filósofo... Después cultiva el teatro: La arañita en el espejo, El segador, Doctor Death, de 3 a 5...
Finalmente vuelve a la narrativa, aunque con una tendencia imaginativa más acentuada: Memorias inmemoriables.
Para «Azorín» el estilo es escribir de modo que parezca que cualquiera puede hacerlo; aunque si lo intenta otro, no puede. Hace falta escribir con claridad, y una cosa seguida de otra, no dentro de otra. Uno de los temas que más se repiten en él es la inmovilidad del tiempo en el silencio.
Cultivó:
La crítica literaria (Clásicos y modernos...). Su crítica es fina, analítica e impresionista.
El ensayo: Castilla...
La novela (Antonio Azorín...). Algunas con elementos autobiográficos.
El cuento: Bohemia, Blanco en azul...
El teatro (Old Spain, Brandy, mucho brandy...). Obras de contenido simbólico, de gran corrección de lenguaje, pero faltas de movimiento.
Su estilo es sobrio, claro y preciso. Frases breves, cortadas y escuetas. Rehúye los tropos. Sus temas preferidos: la caducidad del tiempo, los problemas de España y su paisaje.
Pío Baroja
Nació en San Sebastián en 1872. Cursó la carrera de Medicina, la cual ejerció poco tiempo para dedicarse a la Literatura.
En Madrid regenta una panadería, propiedad de su familia, al tiempo que colabora en actividades literarias. En general se caracteriza por poseer un espíritu independiente y personalista. Murió en Madrid en 1956. Es considerado como el mejor novelista de su Generación y uno de los escritores que más ha influido en la narrativa posterior. Perteneció a la R. A. E.
Su producción comprende: Cuentos y narraciones breves: Vidas sombrías, Idilios vascos.
Ensayos: El tablado de Arlequín.
Novelas:
  • De ambiente vasco: La casa de Aizgorri, Zalacaín el aventurero;
  • Psicológicas: Camino de perfección, Paradox, rey;
  • De índole histórica: Memorias de un hombre de acción.
Sus novelas suelen ir agrupadas en trilogías.
Los personajes favoritos son el vagabundo y el aventurero; sus ambientes, los arrabales, las luchas políticas.
El ideal de Baroja es la acción. También la preocupación por España es aguda. En cuanto al estilo cree que las palabras que se usan desde la niñez tienen una autenticidad que no poseen las que se
toman del diccionario. Por eso restringe su léxico, lo adapta a sus temas, a sus descripciones de la vida madrileña o del paisaje vasco.
La elocución de Baroja es sencilla, directa, fácil, sin retórica alguna. Rehuye el párrafo largo y elocuente.
Miguel de Unamuno
Nació en Bilbao en 1864 y murió en Salamanca en 1936.
Estudió Filosofía y Letras en Madrid. Fue catedrático de griego en la Universidad de Salamanca y su rector desde 1901.
Estuvo desterrado en Canarias y en Francia (un total de 7 años). Sin embargo, su mayor lucha no fue política, sino consigo mismo, con ideas contradictorias y sin encontrar nunca la paz. Lucha contra la ramplonería de su tiempo.
Es un escritor de acción. Su lenguaje es vehemente, incitante; despegado de viejas retóricas, aunque con una retórica personal. Busca un estilo desnudo de toda afectación, la exactitud plástica.
Abunda en paradojas y antítesis. Unamuno es el creador de un nuevo estilo barroco en la Literatura española.
Su obra se puede clasificar de la siguiente manera:
Ensayos: Del sentimiento trágico de la vida, La agonía del Cristianismo, Cómo se hace una novela...
Escritos ocasionales: artículos de periódico, conferencias...:
Paisajes, Por tierras de España y Portugal.
Novelas: Paz en la guerra, Amor y Pedagogía, Niebla...
Teatro: Fedra, El otro...
Poesía: Cancionero inédito, El Cristo de Velázquez, Teresa...
En profunda discrepancia con su época, Unamuno apenas tiene ojos más que para una cuestión: la de la pervivencia tras la muerte, la de la inmortalidad personal.
Las novelas se basan en la imaginación, fantasía y sueño de la mente. Es una novela personal que se convierte en método prefilosófico de la realidad humana. Esto condiciona su estructura literaria.
En general, son breves, con predominio de la acción dramática y personalidad de los protagonistas.

Ramón María del Valle-Inclán
Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra) en 1866. Inició los estudios de Derecho en Santiago de Compostela y posteriormente emigró a Méjico.
A su vuelta participa en las tertulias literarias, de las que era excepcional animador y prototipo de la bohemia artística. A consecuencia de una reyerta pierde un brazo.
En 1935 regresa enfermo a Santiago, en donde murió un año más tarde. Su producción abarca todos los géneros, siendo el teatro y la narrativa los que más fama le han procurado.
Representa en el teatro y en la narrativa lo que Rubén Darío en la lírica. Sus obras dramáticas han necesitado más tiempo de espera para que fueran considerados verdaderos avances en la técnica teatral.

Antonio Machado
Nació en Sevilla en 1875 y, siendo niño, se traslada con su familia a Madrid. Cursó estudios en la Institución Libre de Enseñanza.
A los 32 años va a Soria como catedrático de Lengua Francesa. Tras la muerte de su esposa, y después de recorrer otras provincias, vuelve a Madrid.
Por ser partidario del bando republicano se ve obligado a huir en 1939 a Francia, en donde muere a los pocos días del exilio. Soledades, Campos de Castilla y Juan de Mairena recogen sus páginas más importantes, tanto en verso como en prosa.
En su poesía se distinguen cuatro etapas:
  • De influjo modernista (1892-1902): Soledades.
  • Posmodernista (1903-1907): Soledades, galerías y otros poemas.
  • De 1907 a 1912, fecha en que publica Campos de Castilla.
  • De 1912 hasta sus últimos años: Nuevas canciones.

 Tomado de :
http://html.rincondelvago.com/generacion-del-98_12.html

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